Ciervo o Venado, nombre común que reciben ciertos mamíferos artiodáctilos (dotados de un número par de pezuñas), cuyo rasgo más característico es la presencia de astas. A diferencia de los cuernos, las astas del ciervo están formadas por hueso muerto una vez que están desarrolladas por completo, son ramificadas y se mudan cada año. Los ciervos habitan la totalidad de Europa, Asia, América, el norte de África, determinadas tierras árticas como Spitzberg, Groenlandia y Nueva Zembla, y han sido introducidos en Nueva Zelanda, en regiones de Australia y en algunas islas. Las poblaciones de ciervos más numerosas viven en bosques mixtos (formados por árboles de hoja ancha y caduca, y árboles de hoja aciculiforme y perenne), y en zonas despejadas de los valles, aunque por lo general ocupan una gran variedad de hábitats, desde el Ártico a las selvas tropicales. Los ciervos varían en tamaño, desde el alce, que puede alcanzar 2,35 m a la altura de la cruz, hasta otros más pequeños, como el pudú sudamericano o venadito, que no sobrepasa los 25 cm a la altura de la cruz. Parece ser que el primer ciervo apareció en Asia a finales del periodo geológico conocido como eoceno, hace unos 38 millones de años.
jueves, 24 de noviembre de 2016
El Ciervo
Ciervo o Venado, nombre común que reciben ciertos mamíferos artiodáctilos (dotados de un número par de pezuñas), cuyo rasgo más característico es la presencia de astas. A diferencia de los cuernos, las astas del ciervo están formadas por hueso muerto una vez que están desarrolladas por completo, son ramificadas y se mudan cada año. Los ciervos habitan la totalidad de Europa, Asia, América, el norte de África, determinadas tierras árticas como Spitzberg, Groenlandia y Nueva Zembla, y han sido introducidos en Nueva Zelanda, en regiones de Australia y en algunas islas. Las poblaciones de ciervos más numerosas viven en bosques mixtos (formados por árboles de hoja ancha y caduca, y árboles de hoja aciculiforme y perenne), y en zonas despejadas de los valles, aunque por lo general ocupan una gran variedad de hábitats, desde el Ártico a las selvas tropicales. Los ciervos varían en tamaño, desde el alce, que puede alcanzar 2,35 m a la altura de la cruz, hasta otros más pequeños, como el pudú sudamericano o venadito, que no sobrepasa los 25 cm a la altura de la cruz. Parece ser que el primer ciervo apareció en Asia a finales del periodo geológico conocido como eoceno, hace unos 38 millones de años.
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